Maltrato y Explotación,
Drama de la Mujer
ü Incuestionable: Habido Avances,
Pero También Muchos Rezagos: Cendejas
ü Unas Ocupan Cargos y Tiene
Profesiones; Otras, Inmersas en el
Subdesarrollo
Por
MONICA MARTIN
En
algunos países, hoy en día la mujer es considerada como una propiedad, a veces
dándole menos valor que el que se le da a un animal. En ciertas regiones la
mujer camina atrás de su marido, en señal de su lugar social. En México, el rol
de la mujer depende en gran parte de su estatus social. Por lo general, la
mujer de clase alta realiza o crea servicios comunitarios, la de clase media se
prepara al estudiar y trabajar, mientras la condición de la mujer de clase baja
la limita a realizar trabajos domésticos o desempeñarse como obrera.
Se
estima quen nuestro país alrededor de 16 mil féminas son víctimas de los
explotadores sexuales; 70% de las campesinas viven en pobreza extrema y sólo
representan 21 por ciento de los propietarios de tierras productivas; la mujer
profesionista devenga 89 por ciento del salario total del hombre y entre 25 y
76 por ciento de nuestras mujeres son maltratadas físicamente en sus hogares de
manera habitual.
Sólo en
Distrito Federal existen 3 millones 250 mil mujeres consumidoras de alcohol,
cigarro, cocaína, mariguana y antidepresivossc
Para comentar la situación
de la mujer hoy, cuando se celebra su día a escala internacional, Alicia
Cendejas, cofundadora del Premio Literario Javier Villaurrutia, comenta:
"Es incuestionable que ha habido adelantos a cincuenta años de que la
mujer logró el voto, sin duda hemos avanzado, pero hay muchos rezagos y
situaciones que no deberían existir, y como ejemplo cita:
En el
caso de Martha Fox, en lugar de utilizar el poder para inmiscuirse en otras
entidades como lo que hizo en el Estado de México, lo debería hacer para
trasladarse al norte y no moverse de allí y exigir la aclaración sobre los
crímenes de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Se trata de 300 mujeres
vilmente asesinadas, que a la fecha no se ha descubierto a la banda de asesinos
que pusieron fin a sus vidas en plena juventud.
"Martha
Fox no debería moverse de allí hasta que no hubiera una respuesta a esos
crímenes espantosos que no se conocen en otra parte de mundo".
Cendejas,
que instituyó conjuntamente con su cónyuge Francisco Cendejas, crítico
literario de EXCELSIOR durante 30 años, el premio internacional Alfonso Reyes
se refirió a que la situación de la mujer campesina e indígena en México sigue
siendo terrible. Hay dos Méxicos: <sn3>Foxilandia <sn0>y el México
real. En este último, la mujer del campo no tienen qué comer, cultiva, siembra,
desgrana, pero no hay quién les pague un peso por su maíz o su café. Viven de
lo poco que la tierra les da; no tienen apoyo de ninguna especie, por lo menos
en las zonas más retiradas; los servicios médicos son defectuosos y distantes;
tienen que caminar horas para llegar a las escuelas.
En
tanto que la mujer de clase media tiene más defensas actualmente, pero también
se encuentra de que si pasa de los cuarenta años ya es más difícil encontrar
empleo (esto, parejo con los hombres). A base de su lucha ha logrado más
respeto del hombre, porque que ha demostrado sus posibilidades. El marido ya
respeta su trabajo, lo que antes era imposible. Antes el lema de los varones
era: "yo como hombre no permito que entre un centavo en esta casa que no
sea mío".
En
tanto que la ex senadora y economista Ifigenia Martínez sostuvo que la
situación de la mujer en México es impar, por lo que no se puede hacer un
juicio que abarque a todas. Por un lado se puede decir que las mujeres que han
tenido acceso a la educación también han tenido mayores oportunidades de
trabajo, lo que se refleja en que ya ocupa cargos y tiene profesiones de gran
responsabilidad, y desempeñaesuy bien su trabajo en prácticamente todos los
aspectos de la vida. En contraste con este triunfo parcial de la mujer, otros
grupos viven en situaciones muy desfavorecidas por estar inmersas en el
subdesarrollo.
En
América Latina, donde hay políticas neoliberales a ultranza y ha caído la inversión
y el empleo, la situación se ha tornado sumamente difícil y muchas han tenido
que refugiarse en el sector informal.
También
está el caso de los inmigrantes, que se van a trabajar y dejan a las mujeres
solas, al igual que a los ancianos y los niños. Todo esto descompone a la
unidad familiar; esto no se podrá remediar si no se siguen políticas de
desarrollo que den otra vez el impulso al desarrollo sustentable con equidad
social, con igualdad de oportunidad de género para mujeres y hombres.
También
ha aumentado la violencia en contra de las féminas y ésta no se ha restringido
a ciertos círculos sociales, sino que se extiende a todas las capas, pero es
más notable en los grupos de bajos ingresos. Aunque nadie está exento de ello.
El balance que se puede hacer es que hay avances de la mujer y que éstos han
estado promovidos y dados por las corrientes políticas que promueven la
democracia.
Sin
embargo, al mismo tiempo que han habido avances permanecen rezagos muy
lamentables que deben superarse.
La empresaria
y actriz Carmen Salinas afirma que muchas mujeres son muy brillantes y han
avanzado mucho en diversos terrenos, tanto en el de la ciencia, política, arte,
letras, etcétera.
"Yo
admiro a las mujeres que luchan por una posición dentro de la política: Rosario
Robles, Socorro Díaz, María de los Angeles Moreno; toda esa gente muy valiosa.
Salma Hayek está luchando por un <sn3>Oscar <sn0>ante adversidades,
envidias. La mujer mexicana ha tratado de avanzar y salir adelante, a pesar de
todo. El machismo legendario de nuestro país va a seguir existiendo y va querer
frenar a la mujer, sobre todo en el terreno de la política.
"Esta
corriente va a pretender que la mujer no avance, por ello va a tener que luchar
mucho para poder seguir adelante". Tiene que seguir su entrega y vencer
los obstáculos que se le presenten, concluye.
La
analista Gloria Ricardo señala: "Las mujeres son aproximadamente 50 por
ciento de la población del mundo, las que hacen dos tercios del trabajo,
perciben una décima parte de las ganancias obtenidas y son dueñas de menos de
uno por ciento de la propiedad total en el mundo.
Por su
condición ancestral de rezago cultural y de marginación social, la mujer
indígena requiere ser incorporada al desarrollo mediante leyes que garanticen
su ciudadanía plena, respetando sus usos y costumbres, sin violentar sus
derechos humanos.
Se
estima que en México alrededor de 16 mil mujeres son víctimas de los
explotadores sexuales. Según Casa Alianza.
Las
redes de explotación sexual se han extendido principalmente en Tijuana, Ciudad
Juárez, Sonora, Veracruz, Cancún, Acapulco, Distrito Federal, Ciudad Victoria,
Guadalajara, Yucatán.
Donde
hay aumento acelerado de prostitución, pornografía y turismo sexual de niños:
Puerto Vallarta, Coatzacoalcos, Tampico, Matamoros, Nuevo Laredo, Guanajuato,
Estado de México, Saltillo, Querétaro, Cuernavaca y Nuevo León. Donde
proliferan "table dance': Tijuana, Monterrey, Cadereyta, Saltillo, Cancún,
Acapulco, Ciudad de México, Toluca, Mazatlán, Guadalajara, Puebla, Tapachula.
La
analista Adela Muñiz habló sobre la falta de oportunidades para las mujeres
rurales, campesinas e indígenas. No sólo se plantea la extrema pobreza sino la
feminización de la misma, deja claro además el hueco jurídico existente para
este sector de la población, la falta de políticas públicas y en general un
marco normativo que garantice la no discriminación por razón de sexo, etnia y
estado civil, etcétera. El medio rural mexicano se caracteriza por tener los
mayores niveles de pobreza y marginación.
Las
circunstancias precarias de vida de las familias campesinas repercuten
principalmente en las mujeres y niños, lo que se traduce para ellas en menores
oportunidades de educación, de trabajo y la prevalencia de niveles deficientes
de salud y bienestar. Las campesinas conforman cada vez en mayor medida el eje
de la cohesión y sostén familiar y comunitario en el medio rural. Son las
transmisoras primarias de pautas culturales y de comportamiento, las que
realizan las actividades secundarias y con mayor frecuencia las centrales de la
producción agropecuaria. Durante mucho tiempo la política agraria mexicana se
orientó a satisfacer las demandas de los jefes de familia hombres, considerados
como titulares de los derechos ejidales y sujetos de crédito, dejando de lado
los derechos de los demás miembros de la familia, especialmente de las mujeres,
que cada día en mayor medida se convierten en jefas de familia.
Si bien
se ha comenzado a tomar en cuenta las particularidades de la situación de la
familia y la mujer rural, también es cierto que las mujeres tienen un limitado
acceso al uso y disfrute de las parcelas ejidales y tierras comunales, por
cuestiones culturales y vacíos jurídicos, por lo que no pueden ejercer sus
derechos en igualdad de condiciones que los varones.
El
papel que está adquiriendo la mujer en las diferentes actividades rurales
evidencia la distancia que existe entre la norma jurídica y la realidad pues
aunque se reconoce a la mujer campesina como una de las personas que pueden ser
designadas en la sucesión de derechos ejidales a elección del titular, en la
práctica no pueden ejercerlos por su situación de discriminación en el acceso a
créditos y apoyos para la actividad productiva, este hecho hace que se designe
a los hijos o a cualquier otro miembro varón cercano a la familia como sucesor
de la tierra.
Datos
estadísticos señalan que el analfabetismo entre mujeres indígenas es de 51.6%.
Existe una desigual distribución territorial de los grupos indígenas debido a
los procesos histórico-políticos y la concentración urbana. En 28% de los
municipios, la tercera parte del país se concentra 89% de la población indígena
femenina. Estos municipios se encuentran en Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Yucatán,
Puebla, Hidalgo, Estado de México, Guerrero, Distrito Federal, San Luis Potosí
y Michoacán; 94% de ellas pertenecen a la población rural, con un promedio de
3.5 hijos(as) nacidos vivos(as). Del total de la población dedicada a la
producción agrícola, 35.4% son mujeres vinculadas al trabajo de la parcela familiar,
44% son trabajadoras por cuenta propia y 20.5% son jornaleras.
Por su
condición ancestral de rezago cultural y de marginación social, la mujer
indígena requiere ser incorporada al desarrollo mediante leyes que garantice su
ciudadanía plena, respetando sus usos y costumbres sin violentar sus derechos
humanos.
Mientras
que la investigadora Cecilia Huerta indica que la lucha por la identidad
femenina no es nueva en nuestros tiempos, se encuentra en la historia de muchos
pueblos. "Si comparamos el papel que tenía la mujer hace unos cuantos años
con el que tiene hoy en día en nuestro país, nos daríamos cuenta de que su
contribución a la sociedad es ahora mucho mayor".
Esto
tiene sus raíces en la situación económica y social del país. Antes no era muy
común ver a mujeres profesionistas; las pocas que estudiaban realizaban una
carrera comercial. La mujer de nuestros días se enfrenta a su propia naturaleza
como mujer para "competir" con el hombre y muchas veces
"competir" con ella misma al entrar a ser parte del mundo laboral,
altamente competitivo.
Pese a
los grandes progresos en los últimos 20 años en materia de equidad de género,
las desigualdades "siguen siendo un obstáculo para el desarrollo
regional" de América Latina y el Caribe, indicó la dirigente de la Unidad
de género del Banco Mundial, María Valeria Peña.
En el
estudio "Desafíos y oportunidades para la equidad de género en América
Latina y el Caribe', Peña aseveró que los patrones sociales tradicionales de la
región siguen limitando la participación femenina en el mercado laboral y que
en México la mayor brecha entre los sexos se da en las áreas rurales, pues la
mujer tiene poco acceso a la tenencia de la tierra. De acuerdo con el informe
del organismo internacional, en México 43 por ciento de las mujeres participan
en el mercado laboral, en comparación con 56 por ciento de Colombia, 55 por
ciento de Perú y 44 por ciento de Chile. Sin embargo, en el resto de los países
de América Latina y el Caribe la intervención masculina en este ámbito supera 77
por ciento. Por otro lado, en todos los países de la región la mujer gana menos
que el hombre, con excepción de Costa Rica.
Según
los datos aportados por el BM, en México la mujer devenga 89 por ciento del
salario total del hombre,
En
tanto que en Argentina ganan 98 por ciento, en Colombia 84 por ciento, Perú 80
por ciento, Brasil 77 por ciento, El Salvador 74 por ciento y Nicaragua 64 por
ciento. De acuerdo con Peña, lo que contribuye al bajo índice de sueldo que
perciben las mujeres en comparación con el que cobran los hombres se debe a que
la participación femenina es muy fuerte en el sector de servicios, que es el
peor pagado, además de que el patrón social tradicional percibe a la mujer como
el principal responsable del cuidado de la familia. En cuanto al campo, Peña
agregó que las mujeres en México sólo representan 21 por ciento de los
propietarios de tierras productivas. Al respecto, destacó que "la
desigualdad se traduce en pérdidas derivadas de la ausencia de la mujer en la
actividad económica, de capital humano a consecuencia de la mortalidad materna
y del abandono escolar de las jóvenes embarazadas y niños, y del costo social y
económico de la violencia contra la mujer', consideró Peña. Concluye que la
intervención femenina en la vida nacional es sinónimo de crecimiento económico
más rápido, menos corrupto y menos pobre. De acuerdo con el reporte, el
descenso de la diferencia de sexos en las áreas de educación y empleo está
íntimamente relacionado con una menor tasa de malnutrición y mortalidad infantil,
mientras que las empresas y las instancias gubernamentales "gozan de un
entorno más transparente".